PASCUAS + CUARENTENA + COMIDA CASERA + COMPARTIR

Sin duda, la Semana Santa del 2020 será una de las más atípicas que se recuerden, la cuarentena nos lleva a celebrar las pascuas en la intimidad del hogar. Esto no significa no poder compartir de una rica comida casera, hablar, reír, mirarnos a la cara, física o virtualmente.

Esta cuarentena está animando a muchos a cocinar, la disponibilidad de tiempo y las ganas de ocuparlo son los factores principales. También está la necesidad de comer con calidad para fortalecer el sistema inmune, y el sedentarismo está presente en la mayoría de los hogares, por lo que es importante comer saludable y sumar actividad física.

En estas Pascuas tenemos la oportunidad de sorprender a toda la familia. El acto de cocinar es parte de la identidad cultural, la comida casera contribuye a la alimentación saludable y sirve como espacio de encuentro. De esta forma se consumen alimentos más sanos y menos procesados que además mantienen y transmiten valores culturales, involucrando a los más chicos generando hábitos saludables que perdurarán hacia la edad adulta.

Un plato excelente y en familia, dejará siempre un recuerdo perdurable de satisfacción y agrado, permaneciendo en nosotros a través del tiempo el deseo de volver a comerlo. La Cocina casera, hace referencia a la comida elaborada en casa, es en cierto modo la cocina tradicional que se hace en las casas día a día y aun en días especiales, como es el caso de estas Pascuas 2020.

Hablemos de LA COMENSALIDAD, practica de compartir la comida y comer juntos en grupos sociales como la familia. Allí se establecen, refuerzan y reeditan en cada comida las relaciones que sostienen a la familia y a la sociedad.

La comensalidad constituye un espacio en el cual los padres transmiten a los hijo/as sus hábitos alimentarios, es fundamental que, a pesar del intenso ritmo de vida actual, las personas tomen conciencia de la importancia de hacerse un tiempo para compartir la mesa. Es el espacio simbólico en el que los integrantes de una familia comparten tiempo, escucha, valores y sentimientos. En este contexto la comida cumple inicialmente una función social y secundariamente una función biológica nutricional.

La cultura moderna ha modificado la disponibilidad del tiempo en función del trabajo, sin favorecer la comensalidad. Hoy en día comer en familia alrededor de la misma mesa, empieza a ser un ideal antes que una realidad. Lejos de ser un acto colectivo, se convierte cada vez más en un acto individual, pasando de la comensalidad al picoteo solitario.

Tenemos dos opciones, seguimos la tendencia individualista u optamos volver a comer en familia.

Hoy no tenemos escusas, aislados tenemos tiempo, para reinventarnos y poder sobrellevarla sanamente. En estas Pascuas de cuarentena, aprovechemos el tiempo para volver a comer en familia, traduciéndose en beneficios para la salud física y emocional de todos los integrantes del hogar. Que la distancia nos nos desanime, usemos las nuevas tecnologías a nuestro favor, exploremos las distintas formas de compartir una mesa con nuestros seres queridos.

Las condiciones y los vínculos que se establecen entre las personas y su entorno -físico y socio afectivo- al momento de elaborar y compartir las comidas son fundamentales para lograr un intercambio positivo que estimule la enseñanza y el aprendizaje de estilos de vida saludables.

Estas Pascuas 2020 de cuarentena celébralas en una mesa de Felicidad y Salud compartiendo una una rica comida casera, deseando que esto se trasforme en un hábito.

Autor: Prof. Lic Samuel B. Garcia