ALIMENTACION DE PRIMAVERA

Esta estación ofrece condiciones ideales para hacer un cambio de hábitos sostenible en el tiempo.

Cada estación del año nos ofrece diferentes tipos de alimentos. En primavera, con la llegada del buen tiempo, nuestra alimentación y nuestro estilo de vida se modifican. Nos vemos más atraídos por alimentos frescos (como verduras y frutas), consumimos mayor cantidad de líquidos y nos movemos más, estamos más activos.


En general, en esta época, muchas personas tratan de bajar de peso lo más rápido posible sin importar las consecuencias nutricionales que esto pueda ocasionar. Se exponen a dietas restrictivas, donde se eliminan varios grupos de alimentos y con un aporte inadecuado de nutrientes y calorías.

En caso de querer perder peso, el objetivo es poder llevar a cabo una alternativa alimentaria sin dietas restrictivas, donde el alimento es más que un transporte de nutrientes y calorías. La comida forma parte de nuestra vida cotidiana, conformando un lenguaje que compartimos con otros y generándonos placer, palabra prohibida si nos pasamos de dieta en dieta.

Estos siete consejos generales pueden ser el puntapié para empezar a modificar hábitos alimentarios a largo plazo, sin necesidad de volver a hacer dieta en el futuro:

• Respetar las 4 comidas principales (desayuno/almuerzo/merienda/cena).

• Incorporar el consumo de 5 porciones de futa y/o verduras día.

Una porción de verdura cruda y una de verdura cocida durante el día. Al menos ½ plato en almuerzo y en cena. Tené en cuenta que las frutas y verduras de estación son más sabrosas y económicas.


En cuanto a las frutas, es preferible consumirlas frescas y enteras, para no perder el aporte de fibra. Los jugos y licuados concentran mayor cantidad de azúcar y elevan la insulina con más rapidez.

En primavera están más disponibles la remolacha, zapallito, puerro, habas, lechuga, acelga, apio, alcaucil, espárrago, frutilla, arándano, manzana, naranja, palta, ananá, banana, mandarina, melón y limón.

•  Incorporar una porción proteína, carne magra (vaca- pollo- pescado, siempre quitando la grasa visible), huevo o queso.


•  Consumir en almuerzo o cena una porción de alimentos ricos en hidratos de carbono (lentejas, papa, batata, choclo, arroz, tarta, fideos, garbanzos, etc) siempre acompañados con verduras ( ¼ Plato de alimentos con hidratos, ½ plato verdura y ¼ con proteína).

• Hidratarse bien, se deben consumir de 8 a 10 vasos de agua por día.

• Realizar actividad física de manera regular que resulte placentera para quien la práctica, lo que permitirá sostenerla en el tiempo.


No es un camino fácil cambiar los hábitos alimentarios, comer algo rico sin culpa. Si nuestra alimentación es ordenada y completa vamos a llegar a las comidas principales cómodos y sin hambre. Es fundamental alimentarnos de manera consciente en nutrición, la organización es la clave del éxito.