HABITOS QUE PREVIENEN EL CANCER DE MAMA

El Cáncer de Mama es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forma un tumor maligno. Puede producirse como consecuencia de diferentes factores de riesgo y de estilos de vida, así como también de una carga genética que predispone.

Los factores de riesgo a tener en cuenta son: antecedentes familiares de esta enfermedad, ser mayor de 50 años, un estilo de vida sedentario, alto consumo de grasas, exceso de peso y consumo excesivo de alcohol, menos del 5% de todos los cánceres de mama están relacionados con factores genéticos.

Entendiendo esto, es posible tomar medidas que disminuyan los factores de riesgo y la probabilidad de aparición de la enfermedad. La adherencia a pautas de estilo de vida saludable es fundamental para prevenir enfermedades oncológicas y cardiovasculares. El ejercicio físico aeróbico reduce el riesgo de este tipo de cáncer, especialmente en la postmenopausia, también se aconseja, no fumar, llevar una dieta baja en contenido graso y alto consumo de frutas y verduras, moderar la ingesta de alcohol, y mantener un peso dentro de los límites normales, a continuación, más detalles:

Comer sano.  Una dieta saludable podría reducir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, así como la diabetes, la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular. Una dieta que se centra principalmente en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos, reduce el riesgo de este tipo de cáncer.

Mantener un peso saludable. Además de ser un factor de riesgo para el cáncer de mama, tener exceso de peso contribuye a desarrollar diferentes enfermedades como diabetes y otras afecciones de salud.

Cuidado con el alcohol. Cuanto mayor sea la cantidad de alcohol que se consuma, el riesgo de padecer cáncer de mama es mayor. Por eso, es importante moderar su consumo y limitarlo.

Ejercitarse regularmente. La Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de realizar actividad física para el bienestar integral del cuerpo humano. Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar. Asimismo, es un factor clave para mantener un peso saludable, contribuyendo a la prevención del cáncer de mama.

Amamantar. La lactancia materna puede contribuir a la prevención de este tipo de cáncer. Cuanto más tiempo se amamante, mayor sera la protección contra la enfermedad.


¿QUE MAS PUEDO HACER?

Prestar atención, si observas algún cambio en los pechos, como la aparición de un bulto o cambios en la piel, haz una consulta con el médico. Asimismo, pregúntale al médico cuándo deberías comenzar a hacerte mamografías y otros exámenes de detección según tus antecedentes personales.

La incidencia del cáncer de mama aumenta a partir de los 45-50 años, y la mortalidad por cáncer de mama aumenta unos años después de esa edad. Esto no quiere decir que mujeres fuera de ese rango etario no deban hacerse mamografías. Es muy importante tener en cuenta que tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada. La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico.

La mamografía permite diagnosticar tempranamente esta enfermedad y ofrecer por lo tanto mejores oportunidades de cura.