NO PESES TU AUTOESTIMA ……………

EL 2 de junio fue el Día Mundial de Acción contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). La cultura de la extrema delgadez, los ideales de belleza, junto con las alteraciones en los vínculos familiares y una predisposición genética del individuo, constituyen factores de riesgo importantes para los TCA.


¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos trastornos se presentan con comportamientos alimentarios anormales, acompañados por una distorsión en la percepción de la imagen corporal, una preocupación excesiva por el peso y por la comida.

Estos comportamientos alimentarios persistentes pueden afectar y deteriorar significativamente la salud física, mental y el funcionamiento psicosocial de quienes los padecen y, en casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte.

Los TCA suelen aparecer durante la adolescencia y la juventud, entre los 12 y 25 años, con mayor predominio en mujeres que en hombres. Actualmente el 40% de los trastornos alimentarios tienen que ver con la genética y un 60% con cuestiones sociales.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5), clasifica a los TCA en: Anorexia Nerviosa (AN), Bulimia Nerviosa (BN), Trastorno por atracón, TCANE (Trastorno de Conducta Alimentaria No Especificado), PICA, Trastorno por Rumiación, Trastorno por evitación/Restricción de alimentos, TCA-NE (TCA especificado, pero no cumple algunos de los criterios diagnósticos).

Entre los nuevos diagnósticos se encuentran: Vigorexia (ejercicio compulsivo combinado con dieta para hacer músculo), Ortorexia (obsesión por la comida saludable), Adicción a la comida (se consideraría como una adicción al deseo intenso hacia algunos alimentos en concreto) y Obesidad.


¿Cómo se previenen los TCA?

La mejor forma de prevenir los TCA es con la difusión de los síntomas de la enfermedad para que cada uno/a pueda detectarlos tempranamente en su entorno y lograr un diagnóstico oportuno. Algunas recomendaciones emitidas por la OMS para identificarlos son: presencia de una visible pérdida de peso por evitar el consumo de alimentos calóricos, los vómitos autoprovocados luego de grandes ingestas de comida, la distorsión del aspecto corporal, realizar ejercicio en exceso, consumo de fármacos para lograr purgas intestinales cuando no son necesarias.


¿Cómo se diagnostican y tratan los trastornos alimentarios?

Los trastornos de la alimentación se diagnostican según los signos, los síntomas y los hábitos de alimentación. Para obtener un diagnóstico se recomienda consultar al médico de cabecera y a un profesional de salud mental.

El diagnóstico y el tratamiento oportuno son fundamentales y éste último debe ser interdisciplinario, es decir, con la intervención de un equipo de profesionales médicos, enfermeros, psicólogo, psiquiatra, nutricionista, profesores de educación física, acompañantes terapéuticos, según los requerimientos de cada paciente y el abordaje particular de cada caso según los síntomas presentes. Además, no sólo el paciente necesita orientación y seguimiento sino también su entorno familiar, el cual se ve gravemente afectado.