NO ESPERES A TENER SED, TOMA AGUA

La sed es un síntoma de deshidratación, por lo que debemos tomar agua de forma regular.

Mínimo dos litros por día, las “Guías Alimentarias para la Población Argentina” publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación aconsejan tomar al menos dos litros de agua al día (ocho vasos), sin agregados de azucares. Destacan que no hay que esperar a tener sed para hidratarse.

El 70% de nuestro cuerpo es agua. Es un componente esencial que participa en todas las funciones del organismo: transporta nutrientes y oxígeno a sus células, regula la temperatura corporal, participa en la eliminación de sustancias tóxicas y colabora en prevenir la constipación, entre otros procesos. Una deshidratación de tan sólo el 2% del peso corporal, reduce las tareas nombradas anteriormente, la memoria, el rendimiento físico y altera el humor.

La sed es un mecanismo tardío del organismo para recuperar el balance de líquido que ha ido perdiendo. Esperar a sentir la necesidad para recién tomar agua puede llevar a la deshidratación y convertirse en un problema para la salud.

Habitualmente uno no lleva la cuenta del agua que tomo, pero hay formas de saber si no se está tomando la suficiente. Tener sed o la boca seca es un signo de deshidratación, otra señal puede darla la orina, que debe ser incolora o de un amarillo claro, si es oscura nos falta agua.


Los que tienen mayor riesgo de deshidratación son los bebés, embarazadas, niños y niñas, adultos mayores y deportistas.

En los adultos mayores se suele dar un menor consumo de líquidos debido, a una disminución de la sensación de sed y a cambios en el sentido del gusto, por lo que se debe prestar mayor atención.

Para las embarazadas y madres lactantes se recomienda que beban 3 litros de agua diarios.

Desde los 9 años de edad es suficiente con dos litros de agua al día aproximadamente, mientras que los niños y ñiñas de entre 4 y 8 años necesitan 1,6 litros, los de 2 y 3 años 1,3 litros y los de 1 y 2 años entre 1 y 1,2 litros.



Recomendaciones para sumar más agua al día a día:

• No esperar a tener sed para hidratarse.

• Tomar un vaso de agua cada dos horas desde que el comienzo del día hasta el final.

• Llevar siempre una botella pequeña de agua en la mochila o cartera.

• Servir agua para acompañar todas las comidas.

• Ofrecer a niños y niñas agua en lugar de bebidas azucaradas (ellos las piden porque los adultos las ofrecen).

• Tomar agua antes, durante y después de la actividad física.



Los bebés de hasta seis meses no deben tomar agua

Hay que recordar que los lactantes de hasta seis meses no deben tomar agua, ya que el agua lo toman a través de la leche. En el caso de estar amamantados con leche materna, esta necesidad de agua (al igual que la de nutrientes) queda especialmente asegurada, ya que la recomendación es que sea a demanda, es decir, siempre que el lactante lo pida. Se les debe ofrecer agua a partir de los seis meses coincidiendo con el comienzo de la alimentación complementaria.