LA IMPORTANCIA DE UN BUEN DESCANSO

La clave para gozar de buena salud está en mantener una dieta equilibrada, ejercitarse regularmente y dormir bien.

¿Qué significa dormir bien? Es dormir entre 7 y 9 horas por día para poder estar descansados y alertas durante el día, dormir sin interrupciones para que el sueño sea efectivo; y, por último, hacerlo con cierta profundidad para que sea restaurativo.


Las consecuencias de no dormir bien:

• Aumento de peso, obesidad y diabetes. La falta de sueño hace que estemos ansiosos e irritables y esto afecta nuestra forma de comer, además de que dormir bien es esencial para la regulación metabólica.

• Afecta la salud mental, dormir poco está relacionado con una gran variedad de trastornos físicos, mentales y del comportamiento. La falta de sueño está vinculada a la depresión y ansiedad.

• Aumenta las posibilidades de sufrir un accidente. Muchos accidentes viales tienen que ver con la falta de sueño. Los riesgos de sufrir un accidente no son sólo automovilísticos, sino también domésticos o laborales.

• Afecta el rendimiento. Dormir es reconstituyente, nos permite recuperar energías para poder desarrollar nuestras actividades diarias. Por la noche se producen procesos de regeneración de tejidos, tanto cerebrales como físicos. Si no se produce un descanso no hay una recuperación correcta y eso afecta directamente al rendimiento, tanto físico como intelectual.

• Los efectos de la falta de sueño afectan a la capacidad de atención, la recuperación de la memoria y el aprendizaje.


Dormir es algo necesario para nuestro cuerpo, el stress y la vorágine que nos tiene acostumbrado el cotidiano atentan para que logremos un sueño adecuado. A continuación, te dejamos algunos consejos para lograr un buen descanso:

Hacé ejercicio: Mantenerse físicamente activo cada día con actividades como caminar, correr o nadar, nos aportan tres beneficios clave de cara a obtener un sueño reparador. Cuando uno está cansado por el ejercicio se duerme más rápido, consigue un mayor porcentaje de sueño profundo y se despierta con menos frecuencia durante la noche.

La cama es sólo para dormir: El resto de actividades como ver la televisión, leer las redes sociales, revisar el correo o jugar en la tablet no nos aporta ningún factor positivo si queremos dormir mejor al final del día.

Horarios y rutina: Para conseguir dormir bien necesitamos organizar nuestro sueño y hacerlo de forma responsable. Hay que irse a dormir a la misma hora cada día y despertarse también a la misma hora, en la medida de lo posible. Entrenar a nuestro cuerpo de cara al sueño hará que nos durmamos más rápidamente y nos despertemos más frescos.

No Fumar: Fumar es un gran enemigo del descanso, aparte de nuestra salud en general. La nicotina provoca en nuestro organismo un efecto que dificulta que nos quedemos dormidos con facilidad.


Un buen entorno: El celular y la televisión deben estar fuera de la zona de descanso, lo ideal es que esté oscuro, relativamente fresco y todo lo tranquilo que sea posible. La habitación debe estar ordenada y con pocos objetos alrededor para facilitar ese ambiente de tranquilidad que requiere un sueño reparador.

Menos cafeína: Antes de ir a dormir evitar el café y gaseosa cola, contiene cafeína, esta nos provoca dificultad para dormir.

Beber menos alcohol: El alcohol deprime el sistema nervioso, lo que ayuda a quedarse dormido. Sin embargo, este efecto desaparece a las pocas horas, lo que provoca que podamos despertarnos varias veces a lo largo de la noche, impidiendo un buen sueño. Además de esto, el alcohol magnifica los ronquidos y otros problemas respiratorios relacionados con el sueño.


Si tenés problemas para dormir, no te automediques ni aceptes fármacos que otras personas estén utilizando. Para logar una rutina sana de sueño tene en cuenta estas recomendaciones, si no podés hacer todas juntas, elegí una para empezar y anda sumando de a poco el resto, si continuas con dificultades consulta al especialista.