LA PREVENCIÓN ESTÁ EN TUS MANOS

Categoría: Hábitos Saludables

La inocuidad de los alimentos es la ausencia de peligro en ellos. Peligros que podrían ser de naturaleza biológica, química o física y, con frecuencia, invisibles a nuestros ojos, por ejemplo bacterias, virus o residuos de pesticidas, entre otros.

Las Enfermedades Trasmitidas por los Alimentos (ETAS) han representado un problema de salud para el ser humano desde los inicios de la historia. Aunque los gobiernos de todo el mundo se esfuerzan al máximo para prevenir la contaminación de los alimentos, la existencia de esas enfermedades sigue siendo un problema de Salud Pública. Se calcula que cada año mueren 1,8 millones de personas como consecuencia de enfermedades diarreicas, cuya causa puede atribuirse, en la mayoría de los casos, a la ingesta de agua o alimentos contaminados. Una preparación adecuada de los alimentos puede prevenir la mayoría de las ETAS.

En Argentina, a diferencia de otros países del mundo, una de las principales ETAS es el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad endémica, que todos los años presenta un número importante de casos. El SUH es provocado por la bacteria Escherichia coli, presente en las heces de los rumiantes. Las personas la pueden contraer por la ingesta de carne mal cocida, principalmente carne picada; por falta de higiene luego de ir al baño; por agua contaminada, ya sea para riego, para beber o en piletas poco cloradas; por contaminación cruzada de alimentos; por la interrupción de la cadena de frío de los lácteos; por frutas o verduras mal lavadas y también se puede contagiar de persona a persona.

Una vez que ingresa al organismo, a través de alguna de todas esas vías, la bacteria, que cuenta con una amplia variedad de cepas, puede adherirse a las paredes del intestino y empezar a liberar la toxina Shiga, “veneno” que se esparce dañando diferentes órganos: suele perjudicar a los riñones, provocar la destrucción de los glóbulos rojos y las plaquetas y puede afectar el sistema nervioso central. Un cuadro que para niños y niñas de menos de cinco años, el grupo de edad de mayor incidencia, puede significar la muerte o dejarles secuelas de por vida.

En la infancia, el SUH es precedido por un cuadro de dolor abdominal y diarrea acuosa y/o sanguinolenta. Pueden asociarse vómitos y fiebre. En los últimos años, hubo una tendencia a adjudicar el SUH en forma casi exclusiva a la carne picada pero, si bien es una fuente de transmisión, no es la única. Volvemos a remarcar que los vegetales crudos, el agua de recreación, el contacto directo con animales de granja y domésticos, la contaminación cruzada y las prácticas inadecuadas de manipulación de alimentos también pueden serlo.

Debemos tener en cuenta no solo la vía alimentaria, sino también el contagio persona a persona por la vía fecal-oral, por ejemplo, por el cambio de pañales en jardines de infantes y por el uso de aguas recreativas (piletas, balnearios). Es una enfermedad grave que requiere internación, puede ser fatal y deja secuelas en un tercio de los niños que la padecen. Es una patología estacional, que presenta la mayor ocurrencia de casos en primavera y verano, aunque se pueden producir en cualquier época del año.

Las ETAS, sobre todo el SUH, son enfermedades que se pueden prevenir:

Cocine la carne de vaca, el pollo y las comidas que lleven carne picada o trozada —hamburguesas, empanadas, albóndigas, arrollados de carne, etc.— hasta que no queden partes rojas o rosadas en su interior.

Mantenga las carnes refrigeradas y separadas del resto de los alimentos; si compra carne picada, prefiera la que fue procesada en el momento y consúmala a la brevedad, recuerde que este producto se altera más rápido que un trozo de carne entera.

Use recipientes y utensilios diferentes —fuentes, cuchillas y tablas de cortar— para manipular alimentos crudos y cocidos, o bien, lávelos minuciosamente entre uso y uso; después de manipular alimentos crudos higienice con abundante agua caliente y jabón sus manos y las mesadas, los utensilios, los trapos rejilla; evite que entren en contacto alimentos cocidos con crudos.

Lávese cuidadosamente las manos con agua caliente y jabón antes de: preparar alimentos y comer; después de haber ido al baño, cambiado pañales o acariciado mascotas; entre la manipulación de los alimentos crudos y cocidos o listos para su consumo. Lave las frutas y verduras minuciosamente, especialmente las que se consumen crudas.

No deje enfriar los alimentos cocidos a temperatura ambiente, colóquelos en la heladera lo antes posible. Descongele los alimentos en una bandeja en la heladera, en el microondas, o cocínelos directamente, pero nunca sobre la mesada de la cocina.

Utilice agua potable para beber, cocinar y lavar. De no contar con ella, puede potabilizarla hirviéndola durante cinco minutos o agregándole dos gotas de lavandina por litro, dejándola reposar media hora antes de su uso.

Consuma solo leche pasteuriza y derivamos hechos con la misma.


Si usted presenta síntomas como diarrea, vómitos y/ o dolor abdominal evite manipular y/o preparar alimentos hasta que esos síntomas desaparezcan.

Sumando hábitos adecuados de manipulación de alimentos podemos combatir las ETAS, no te olvides  que la prevención está en tus manos

#CuidamosTusalud seguí la pagina de Punto Saludable