#30deNoviembre. DÍA INTERNACIONAL DE LA LUCHA CONTRA LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS

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Categoría: Hábitos Saludables

El origen de los trastornos alimentarios, está relacionado con la historia personal, el contexto familiar, los acontecimientos vitales y las presiones socioculturales. Los trastornos alimentarios son enfermedades que tienen mucho que ver con la imagen y percepción de uno mismo.

Las más conocidas son la anorexia y bulimia, pero en la actualidad se han encontrado muchas más enfermedades derivadas.

La bulimia y la anorexia son trastornos cuya base se encuentra en alteraciones psicológicas que puede llegar a tener graves repercusiones fisiológicas. Desde la ausencia de menstruación, caída del pelo, sequedad en la piel, alteraciones gastrointestinales o complicaciones endocrinológicas, hasta serios problemas cardiovasculares y renales.

En la actualidad muchos medios de comunicación y la cultura hacen que nosotros obedezcamos un mensaje, el de estar delgados/as, la imagen como sinónimo de éxito y auto control. Esto tiene como consecuencia dietas excesivas, que pueden llevar a trastornos en la alimentación.

La anorexia y la bulimia son patologías psiquiátricamente muy graves que pueden llevar hasta la muerte. Los Trastornos de la Conducta Alimentaria(TCA) son alteraciones del comportamiento en relación con los alimentos en lo que respecta a su elección, ingestión, eliminación y sus conexiones con el peso y el cuerpo.

En cualquiera de estos aspectos se manifiestan cambios que pueden condicionar gravemente la vida personal, familiar y social de quienes se rigen por la idea de ser delgados.

Algunas de las complicaciones más importantes de quienes padecen estos trastornos, están ligadas al aumento de peso y el aislamiento, y la influencia que éstos tienen sobre la autoestima, las relaciones interpersonales, la seguridad o confianza en si mismo, y el impacto en áreas diversas como el trabajo, los estudios, etc.

#Anorexia Nerviosa:

Se caracteriza por un intenso miedo a aumentar de peso y obsesión por mantener un peso corporal saludable. Disminución del peso sin causa aparente y cambio en las conductas alimentarias de quien lo padece. Disminución del consumo diario de alimentos con un gran deterioro de la salud a nivel interno que se caracteriza en la mujer con amenorreas. Con una imagen y valoración propia distorsionadas.

#Bulimia Nerviosa:

La Bulimia Nerviosa consiste en atracones de comida seguidos de conductas compensatorias, ya sean eliminatorias, o purgativas. Se une el miedo a engordar con la sensación de pérdida de control en la ingesta. La obsesión por la imagen provoca cambios de humor, depresión, desmotivación y baja autoestima.

#Ortorexia

Trastorno alimentario con característica selectiva. Se incorporan alimentos “sanos” hasta llegar a ser únicamente orgánicos.

Por ser estos alimentos de un elevado costo y no estar presentes en la mesa familiar. Este trastorno comienza como un inocente intento por mejorar la calidad de la alimentación, pero con el tiempo comienzan las obsesiones sobre que se debe comer y que está prohibido. Es la puerta de un trastorno de tipo anoréxico.

#ComedorSelectivo

Son personas que sin orientación profesional clasifican los alimentos en “buenos” los que no engordan y “malos” los que engordan o en base a su contenido calórico. Este tipo de conductas puede llevar a deficiencias nutricionales y son las puertas de entrada a trastornos de tipo anoréxico.

#Vigorexia

Alteración de la conducta alimentaria en la cual se busca en la selectividad alimentaria conseguir un físico musculoso, atlético que guste en el caso del hombre a las mujeres, para lo cual llegan a modificar de tal manera su alimentación. Esta patología es también denominada el complejo de adonis y estos pacientes suelen utilizar anabólicos u otros componentes sin indicación médica.

 

Para prevenir los trastornos alimentarios se aconseja concientizar a nuestros hijos desde la infancia. Enseñar desde pequeños la importancia de seguir hábitos saludables, establecer horarios de comida regulares, repartir la comida en cuatro o cinco tomas al día, evitar saltarse las comidas y no picotear entre horas.

Comer en familia siempre que sea posible, en un entorno apacible que facilite la conversación. La dieta debe ser sana, equilibrada y variada que incluya todos los alimentos necesarios, con limitación de dulces y postres industriales y comida rápida.

Fomentar la autoestima del hijo para que descubra sus capacidades y sus limitaciones, las acepte y aprenda a sentirse bien consigo mismo. Establecer una buena comunicación dentro del entorno familiar ayuda a que los hijos se sientan seguros.

Es importante adoptar y mantener hábitos saludables, no sólo con lo relativo a la alimentación, sino también a otros aspectos como la constancia en la práctica de actividad física y en el número de horas de sueño. Todo ello ayuda a a prevenir trastornos de la alimentación.