EN CARNAVAL, DIVERTIRSE Y CUIDARSE ES POSIBLE

Categoría: Hábitos Saludables

Autor: Dirección de Salud Mental y Adicciones – Ministerio de Salud de la Provincia de Neuquén.

Se aproximan los festejos por el Carnaval y es importante que sepas que el alcohol es la droga más consumida en la actualidad. En general, cuando decimos “drogas” pensamos en algo ilegal, pero que una sustancia sea legal no la hace menos riesgosa. Por eso es necesario que TODOS y TODAS adoptemos la estrategia del CUIDADO propio y para con los demás, informándonos sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol. Este carnaval, divertirse y cuidarse es posible.

CONSUMO RESPONSABLE DE ALCOHOL. La promoción de hábitos saludables implica, entre otras cosas, generar conciencia acerca de los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas y reforzar el compromiso que debe tener tanto la persona que toma, realizando un consumo responsable del alcohol, como quien la que acompaña.

Actualmente, el consumo problemático y/o excesivo de alcohol se convirtió en un importante problema de salud pública, a nivel local, nacional e internacional. Sus riesgos son muchos y afectan la vida de la persona que bebe y la de quienes la rodean. Por ello, es necesario que conozcamos dichos riesgos, las formas de prevenir los problemas asociados al consumo problemático de alcohol y cómo desarrollar una ACTITUD DE CONSUMO RESPONSABLE.

Todos y todas consumimos, aunque de diferentes maneras: medios, redes sociales, alcohol, cigarrillos, medicamentos, ropa… algunos consumos se convierten en un PROBLEMA cuando afectan negativamente tu salud física, las cosas que hacés, tus emociones, y/o tu relación con los demás. Además, cuando se trata de alcohol u otras drogas, tené en cuenta que aunque consumas UNA SOLA VEZ podés ponerte en SITUACION DE RIESGO, a vos y a los demás.

Por ello, es necesario DESARMAR LOS PREJUICIOS que existen alrededor del consumo de alcohol:

En general, es falso que algunas personas saben beber y no se emborrachan, aun después de varias copas. De ser así, significa que se ha desarrollado lo que se conoce como tolerancia, lo cual es más grave, ya que el cuerpo deja de dar avisos sobre los efectos perjudiciales de la ingesta de alcohol en la salud integral de la persona. Sin embargo, estos efectos se siguen produciendo.

El daño que provoca el alcohol no depende del día en el que se ingiere, sino principalmente del vínculo que se establece con la sustancia, es decir, la manera en la que cada uno/a incluye el alcohol en sus actividades. Asimismo, influyen la cantidad que se ingiere, la frecuencia y el ritmo de la ingesta.

Aún en pequeñas cantidades el consumo de alcohol puede producir alteraciones que afectan la capacidad de respuesta de los reflejos y la percepción del tiempo-espacio, lo cual aumenta la posibilidad de lesiones y accidentes. 

Solo un porcentaje muy pequeño (10%) se elimina a través de la orina y el sudor. El resto se metaboliza por el hígado y se convierte en azúcar.

A veces se dice que las personas pueden sentirse relajadas con algo de alcohol. Sin embargo, en la medida que aumenta la cantidad de alcohol ingerido, disminuyen las posibilidades de comunicación y de vinculación.

Es posible que la persona se desinhiba, pero el alcohol NO es un estimulante. Esta idea se basa en la creencia errónea y arraigada culturalmente de la relación que existe entre beber alcohol y la diversión.

El alcohol no facilita las relaciones sexuales. Las personas pueden sentirse desinhibidas con algo de alcohol, pero por ser un depresor del sistema nervioso central, su consumo puede inhibir la respuesta sexual. Además, favorece prácticas sexuales de riesgo, embarazos no planificados, enfermedades de transmisión sexual y violencia.

ES IMPORTANTE QUE SEPAS. Que las bebidas alcohólicas tienen la particularidad de generar cambios en el organismo, como así también en el comportamiento de cada persona.

Si decidiste tomar, comé algo antes y durante. No lo hagas con el estómago vacío.

– Buscá y reconocé previamente, frente a cada ocasión, tu límite de consumo responsable de alcohol.

El alcohol te deshidrata, por eso es importante tomar agua al mismo tiempo. Es menos nocivo si la última copa es de agua o jugo.

Si estás embarazada, en período de lactancia o buscando un embarazo, evitá el consumo de alcohol.

Si tenés problemas de salud, como diabetes, hepatitis, asma, si estás medicado o sufrís del corazón, no tomes alcohol.

No mezcles diferentes bebidas alcohólicas entre sí, ni alcohol con otras drogas.

Si trabajás con máquinas, herramientas o en situaciones de riesgo de caídas, no tomes alcohol.

No dejes que niños, niñas y adolescentes consuman alcohol. Tampoco aquellos que los cuidan.

Respetá a quien no desea consumir bebidas con alcohol.

Si tomás bebidas con alcohol, no manejes.

TODOS RESPONDEMOS DE DISTINTAS MANERAS FRENTE A LA MISMA BEBIDA, LOS EFECTOS DEPENDEN DE:

El grado de alcohol puro que posea la bebida – Si la persona ingirió alimento o no – El estado de ánimo – La cantidad, la frecuencia y la velocidad de la ingesta – Enfermedades pre-existentes.

SI UN AMIGO/A TOMÓ DE MÁS…

No le permitas manejar – Llevalo/a a un lugar tranquilo y ventilado  – Abrigalo/a – Si se descompuso o desmayó, ponelo/a de costado para que no se ahogue si vomita – No lo/a dejes solo/a – Dale mucha agua – No dudes en pedir ayuda y llamar a la ambulancia.

MUJERES EMBARAZADAS, NIÑOS NIÑAS Y ADOLESCENTES NO DEBEN CONSUMIR ALCOHOL.

SI QUERES AYUDA, TENES DERECHO A …….

Recibir atención en los centros de salud, hospitales generales y otros dispositivos sanitarios.

Ser atendido/a sin discriminación y con el máximo respeto.

Recibir información veraz y comprensible sobre la consulta y las alternativas terapéuticas.

Que se mantenga la confidencialidad de toda información relacionada con la consulta y estar de acuerdo con el tratamiento (consentimiento informado).