SEMAN SANTA – EPOCA DE PESCADO

La Semana Santa es una época del año en la que suele incrementarse el consumo de pescado, incorporar este alimento a la dieta cotidiana siempre resulta aconsejable.

El pescado es un alimento de excelente calidad nutricional ya que proporciona proteínas de alto valor biológico, que son aquellas que poseen los aminoácidos que el cuerpo no puede producir por sí mismo, sus proteínas son de fácil digestión. Al mismo tiempo, es rico en vitaminas como la A y D, minerales como el fósforo, magnesio, selenio y yodo, y ácidos grasos insaturados como el Omega 3.

Sin embargo, el pescado es un producto perecedero que se puede alterar con facilidad si no se tienen en cuenta algunos cuidados de conservación al momento de su compra. Es por esto que te dejamos algunas recomendaciones para adquirir estos alimentos de manera saludable, en cualquier época del año.

En principio, la adquisición deberá realizarse en comercios habilitados que presenten buena higiene general y exhiban sus productos frescos, conservados en abundante hielo (cubiertos) o congelados.


El pescado fresco debe presentar:

• Olor a mar (a fresco), en ocasiones un ligero olor a pescado, pero nunca olor a amoníaco.

• Los ojos siempre brillantes, no hundidos; opacidad o hundimiento, es signo de deterioro.

• Las escamas adheridas al cuerpo y su carne firme; no debe ceder ante la presión del dedo.

• Pigmentación viva y brillante.

• La columna vertebral firmemente adherida a los músculos; si se la intentara separar de ellos, debería romperse.

• La sangre roja y brillante (si el pescado no está fresco, el color se vuelve marrón pardo).

En cuanto a los crustáceos menores, como camarones y langostinos, se debe tener especial cuidado en observar que no presenten manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco.

Los calamares, por su parte, deben tener una piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas. Sus ojos tienen que ser brillantes y salientes y su musculatura, consistente y elástica.

Los mejillones, u otros moluscos bivalvos, deben tener las valvas cerradas y una vez cocidos, abrirse. Si están abiertas, hay que comprobar que se cierren con un ligero golpe.

Se recomienda que el bacalao salado tenga un aspecto seco y sin puntos rojos o negros en su superficie, ya que ello indicaría que tienen hongos.

Una vez adquiridos, los pescados y mariscos deben transportarse directamente al domicilio y refrigerarlos de manera inmediata para evitar el corte de la cadena de frío.


Al momento de la conservación del pescado es recomendable:

 • Mantenerlo no más de 1 o 2 días en la parte más fría de la heladera y hasta 3 meses en freezer.

• Evitar descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos.

• Al descongelar, no hacerlo a temperatura ambiente y una vez preparados, consumir lo antes posible.

Por último, se recomienda consumir los pescados bien cocidos, especialmente en el caso de los grupos más susceptibles de la población: embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos.


¿EL PESCADO EN LATA?

En el caso de los pescados la conserva es un producto que ha sido cocinado, esterilizado y colocado en un envase igualmente esterilizado, cerrado de manera duradera y perfectamente hermético. Se trata de un modo de conservación de los alimentos que representa varios beneficios, entre los que destacan: seguridad desde un punto de vista microbiológico, conservación de propiedades nutritivas, sin necesidad de refrigeración y larga duración sin alteración del producto.


Cuando hablamos de conservas de pescado, podemos encontrar varios tipos. Algunas llevan aceite, otra agua (al natural) y otras de agua y aceite. Las latas al natural no llevan aceites, el contenido se reduce a pescado, agua y sal. Este último ingrediente, la sal, es el que tenemos que fijarnos, la cantidad de sal es un factor fundamental para considerar o no un alimento como bueno para nuestra salud, y la etiqueta de ‘al natural’ no nos da ninguna información sobre este ingrediente. Todo lo que tenga más de 0,5 gramos por cada 100 gramos de producto, se considera poco saludable. Por eso, es importante mirar la etiqueta de ingredientes cuando vayamos a comprar este tipo de conservas, por suerte de a poco empiezan a aparecer los signos etiquetados con sellos de alerta “ALTO EN SODIO”. Si usas latas, no agregues sal a la comida.



Te dejamos algunos consejos en relación al consumo de conservas de pescado:

• Procurar elegir conservas de buena calidad y, una vez abierta la lata, guardar el contenido sobrante en la heladera.

• Las latas de conserva deben almacenarse en lugares frescos, secos y resguardados del calor y de la luz. Los envases más antiguos se posicionarán en primera fila como primera elección de consumo

• Evitar comprar las latas o envases con rasguños, golpes o abolladuras.

• Lavar las latas previamente a su consumo si se va a comer directamente de ellas y los envases no estaban protegidos con estuches de cartón.

• La vida útil de las conservas es de 6 años para los productos en aceite y 4 años para los productos al natural.

• Desechar las latas de conserva si aparecen señales de oxidación en los bordes, la lata está abombada, aparece espuma dentro de la lata, o hubiera mal aspecto/aroma del líquido interior.