LA SOLUCION A LA OBESIDAD
Categoría: Hábitos Saludables , Mes Actual
ACOMPAÑAMIENTO PSICOLOGICO, ACTIVIDAD FISICA Y ALIMENTACION SALUDABLE
La obesidad y el sobrepeso se caracterizan por la acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo. Tuvieron un crecimiento exponencial en las últimas décadas, son un factor de riesgo para desarrollar hipertensión arterial, diabetes tipo dos, colesterol y triglicéridos elevados en sangre, problemas osteoarticulares, padecer cáncer, apnea del sueño o problemas cardiovasculares. Es por ello que se debe trabajar para lograr una verdadera concientización, posicionada en políticas y tratamientos superadores.
La obesidad y el sobrepeso, suelen producirse a raíz de un desequilibrio entre calorías ingeridas y gastadas. La Organización Mundial de la Salud las considera una ‘pandemia del siglo XXI’, la obesidad y el sobrepeso afectan a seis de cada 10 argentinos. La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo muestra su crecimiento, el exceso de peso aumentó del 49 al 61,6 por ciento entre 2005 y 2018, siendo una tendencia en alza.
El COVID empeoró la epidemia de obesidad, gran parte de la población subió de peso. El aislamiento, sedentarismo y stress condujeron entre otras cosas a ocupar el tiempo cocinando o comiendo, lo que en la mayoría de los casos condujo a un aumento de conductas de mala alimentación.
Como ya sabemos, unos de los principales factores que contribuyen a desarrollar esta enfermedad es el sedentarismo, y éste se puede potenciar con el uso excesivo de dispositivos tecnológicos: televisión, celulares, computadoras, videojuegos y videoconferencias.
El comer de manera apurada y en poco tiempo, muchas veces impulsada por las emociones, también potencia el consumo de alimentos que no tienen un verdadero aporte nutricional, sino que resultan una solución pasajera para saciar el apetito.
El factor emocional también vuelve a presentarse como uno de los agravantes del sobrepeso, donde la ingesta de alimentos puede responder a sentimientos de tristeza, ansiedad, frustración e, incluso, aburrimiento.
Resulta claro que la obesidad es una enfermedad inducida por la conjugación de múltiples factores que inciden de manera simultánea y afecta la salud de las personas. Por eso, jamás debe atribuirse a una falta de voluntad. Estigmatizaciones de este tipo, pueden atentar contra la estabilidad emocional de quienes lo llegan a padecer, generando sentimientos nocivos como la culpa y la desesperación. En muchos casos, esta situación hace que se tomen medidas drásticas con dietas extremas que no hacen más que empeorar la problemática.
Como lo venimos viendo, es una enfermedad multicausal, por lo que su tratamiento debe ser interdisciplinario. No hay dietas mágicas, la solución es un cambio de estilo de vida sostenible, sin incurrir en sacrificios extremos o prohibitivos. El ejercicio, el acompañamiento psicológico y una dieta balanceada son claves fundamentales para recuperar la salud.
Más que nunca, resulta indispensable tener una comprensión del origen y de las implicancias de la obesidad y el sobrepeso. Contar con una mirada humana e integral que permita desarrollar soluciones acordes a las necesidades reales con el fin de lograr un abordaje personalizado. Esto permitirá realizar las intervenciones pertinentes y así alcanzar el bienestar.