TODO SOBRE LA DIABETES
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El Día Mundial de la Diabetes, establecido por iniciativa de la Federación Internacional de la Diabetes y la OMS, se celebra el 14 de noviembre.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.
Diabetes de tipo 1. También llamada insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona. Sus síntomas consisten, entre otros, en excreción excesiva de orina (poliuria), sed (polidipsia), hambre constante (polifagia), pérdida de peso, trastornos visuales y cansancio. Estos síntomas pueden aparecer de forma súbita.
Diabetes de tipo 2. La diabetes de tipo 2, también llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta, se debe a una utilización ineficaz de la insulina. Este tipo representa el 90% de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física.
Los síntomas pueden ser similares a los de la diabetes de tipo 1, pero a menudo menos intensos. En consecuencia, la enfermedad puede diagnosticarse sólo cuando ya tiene varios años de evolución y han aparecido complicaciones. Hasta hace poco, este tipo de diabetes sólo se observaba en adultos, pero en la actualidad también se está manifestando en niños.
Diabetes gestacional. La diabetes gestacional es un estado hiperglucémico que aparece o se detecta durante el embarazo. Sus síntomas son similares a los de la diabetes de tipo 2, pero suele diagnosticarse mediante las pruebas prenatales, más que porque el paciente refiera síntomas.
PREVENCION
Se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición. Para ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 y sus complicaciones se debe:
• Alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
• Mantenerse activo físicamente: al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana; para controlar el peso puede ser necesaria una actividad más intensa.
• Consumir una dieta saludable que contenga entre tres y cinco porciones diarias de frutas y hortalizas y una cantidad reducida de azúcar y grasas saturadas.
• Evitar el consumo de tabaco, ya que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
El diagnóstico se puede establecer tempranamente con análisis de sangre. El tratamiento de la diabetes consiste en la reducción de la glucemia y de otros factores de riesgo conocidos que dañan los vasos sanguíneos, por lo que es importante:
• Adherir a la dieta y hacer actividad física.
• Los pacientes con diabetes de tipo 1 necesitan insulina, y los pacientes con diabetes de tipo 2 pueden tratarse con medicamentos orales, aunque también pueden necesitar insulina.
• El control de la tensión arterial.
• Los cuidados podológicos.
• Las pruebas de detección de retinopatía (causa de ceguera).
• El control de los lípidos de la sangre (regulación de la concentración de colesterol).
• La detección de los signos tempranos de nefropatía relacionada con la diabetes.
CONSECUENCIAS FRECUENTES DE LA DIABETES
Con el tiempo, la diabetes mal controlada puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.
• La diabetes aumenta el riesgo de cardiopatía y accidente cerebro vascular (ACV).
• La neuropatía de los pies combinada con la reducción del flujo sanguíneo incrementa el riesgo de úlceras de los pies y, en última instancia, amputación.
• La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera, y es la consecuencia del daño de los pequeños vasos sanguíneos de la retina que se va acumulando a lo largo del tiempo.
• La diabetes se encuentra entre las principales causas de insuficiencia renal.
• La neuropatía diabética se debe a lesión de los nervios a consecuencia de la diabetes, y puede llegar a afectar a un 50% de los pacientes. Aunque puede ocasionar problemas muy diversos, los síntomas frecuentes consisten en hormigueo, dolor, entumecimiento o debilidad en los pies y las manos.
• En los pacientes con diabetes el riesgo de mortalidad es al menos dos veces mayor que en las personas sin diabetes.
HÁBITOS SALUDABLES PARA EL PACIENTE CON DIABETES
Desde Punto Saludable te queremos proponer siete hábitos que son necesario que el paciente con diabetes adquiera para mejorar su calidad de vida.
Comer saludablemente. Es necesario llevar un plan de alimentación adecuado para cada persona, que aporte los nutrientes necesarios para el organismo, permitiendo mantener el peso ideal y controlar los niveles de glucosa.
Mantenerse activo. Es importante establecer un plan de actividad física para favorecer la normalización de los niveles de glucosa y contribuir al control metabólico. Una excelente opción es caminar 30 minutos diarios, 6 veces a la semana para obtener resultados saludables.
Medir los niveles de glucosa. El conocer la variación de glucosa a lo largo del día ayuda a modificar el tratamiento e identificar los elementos que facilitan mantener un mejor control.
Seguir el tratamiento médico. Los medicamentos que le son indicados a los pacientes con diabetes poseen funciones específicas por lo que se recomienda conocer sus funciones y seguir sus horarios al pie de la letra.
Aprender a enfrentar retos cotidianos. La educación es fundamental en el control de la diabetes y cuando el paciente está bien informado sobre su condición y sigue correctamente sus indicaciones, reduce el riesgo de tener complicaciones, garantizando una mejor calidad de vida.
Tomar actitud positiva. El estar relajado y alejarse del estrés facilitan el aprendizaje y el poder llevar a cabo hábitos saludables.
Reducir riesgos. La diabetes puede desencadenar una serie de complicaciones agudas y crónicas, por ello es importante el seguimiento médico.