HABITOS SALUDABLES EN EL TRABAJO
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Te diste cuenta que pasas la mitad del día (tiempo que estas despierto) en el trabajo. Tantas horas haciendo más o menos lo mismo y llevando a cabo todo tipo de esfuerzos provoca, en ocasiones, problemas de salud y molestias que podrías evitar o al menos disminuir modificando algunas costumbres. A continuación, te dejamos algunos hábitos saludables a tener en cuenta en el trabajo, que si los aplicas ¡verás el cambio!
TOMATE DESCANSOS. Descansos breves, pero relativamente frecuentes en el trabajo te proporcionarán, no sólo más energía, sino también una mejor concentración. Pero no sólo eso, parar unos minutos para tomar un café o dar una vuelta con los compañeros reducirá tu estrés y mejorará tus relaciones sociales, lo que también te ayudará a relajarte y aumentar tu felicidad.
HACE EJERCICIO. El ejercicio es salud, eso lo sabe todo el mundo. Es posible que no te resulte sencillo tomarte un rato para ejercitarte durante la jornada laboral, pero existen soluciones que podrían ponerte las cosas más fáciles. Podes probar yendo y volviendo del trabajo caminando, o simplemente salir a caminar en el momento de descanso. Sube por las escaleras en lugar de hacerlo en ascensor, estira de vez en cuando, camina un poco y acostúmbrate a no enviar correos a tus compañeros que tienes más cerca para ahorrar tener que levantarte. Fuera del trabajo, incorpora alguna actividad física en tu rutina, ya sea ir al gimnasio, clases de baile o ir a pasear.
Hace pausas activas, son descansos que se realizan durante la jornada laboral para ejercitar el cuerpo, estirar los músculos y aliviar las tensiones causadas por el estrés. Bastan 15 minutos de ejercicios de estiramiento, movimientos articulares de cabeza, hombros, cadera, brazos y piernas e incluso ejercicios oculares o respiratorios. Esta comprobado que minimizan los problemas laborales e incrementan la satisfacción en el trabajo.
COME SALUDABLE. Los estilos de vida actuales se han modificado y esto se traduce también en los hábitos alimentarios, por la falta de tiempo para comprar, cocinar y comer en familia. Estos cambios se hacen aún más patentes en las grandes ciudades, donde el hecho de volver a casa a comer desde nuestro trabajo resulta complicado por tener que hacer desplazamientos grandes. Sin embargo, esto no debe de ser una excusa para abandonar la alimentación adecuada, te dejamos algunas sugerencias.
Lleva una dieta variada en la que no te olvides de incluir vegetales y de hidratarte con toda el agua que necesites. Desayuna, come fruta por la mañana y por la tarde y prepara tu mesa con snacks saludables, como lácteos, cereales o frutos secos para mantener tu energía y obtener el máximo rendimiento. Incorpora verduras al almuerzo y la cena, y tomate el tiempo de armar una vianda para llevar al trabajo.
EVITA MALOS HABITOS. ¿Fumas o bebes alcohol? El alcohol puede perturbar tus facultades y causar graves accidentes. Olvida la botella y el paquete de cigarrillos, tu salud y la de tus compañeros lo agradecerán.
TENE UNA BUENA HIGIENE. Además de los hábitos básicos que todo el mundo conoce (ducha, cepillado de dientes, etc) presta atención a la higiene de las manos. Mucha gente no lo sabe, pero una gran parte de las infecciones se contagian a través de esta vía. Por ello, lavarse las manos con frecuencia es una costumbre muy saludable, también en el ámbito laboral.
UTILIZA EL MOVILIARIO ADECUADO. Algunas sillas de diseño pueden quedar muy bien en las fotos de empresa, pero te destrozan la espalda, tene claro que la comodidad, ante todo. Existen muebles ergonómicos diseñados expresamente para facilitar buenas posturas en el trabajo.
TRABAJA EN LA POSTURA ADECUADA. No todo va a depender de los muebles que utilices, también tendrás que poner de tu parte. Las posturas más correctas dependerán del trabajo que lleves a cabo (no es lo mismo teclear frente a un ordenador que dedicarte a la albañilería), pero cada profesión y cada tarea tienen formas más amables para realizar actividades cuidando la salud. Investiga un poco cuáles son las más indicadas para tu campo, tu cuerpo lo agradecerá.
DESCANSA LA VISTA. Si sos oficinista o una pantalla es la herramienta principal de trabajo, el uso excesivo puede cargar la vista, secar los ojos e incluso afectar a nuestro cerebro. Es importante tomar aire o mira por la ventana, pero deja que tus ojos descansen a menudo.
CREA UN ENTORNO TRANQUILO. Los ruidos, la iluminación o una temperatura inadecuada no son buenas ideas cuando de un entorno laboral se trata, el lugar de trabajo debe ser cómodo, agradable y seguro.
ORGANIZATE BIEN Y FIJATE LIMITES. Con una buena organización, podrás planificar tus tareas para trabajar sin tanta presión y con tiempo para airear tu mente entre jornadas laborales.
El trabajo tiene un horario, y desconectar es vital, siempre habrá trabajo y si no te marcas unos límites, puedes acabar absorbido por las tareas pendientes. La falta de descanso contribuirá a un menor rendimiento y una mayor desmotivación general.
Combina trabajo y salud con cada oportunidad que tengas. Cuida tu postura, reite y fomenta las cosas que realmente te motivan del trabajo. Aprende a disfrutar de tu espacio de trabajo y a cuidarte mientras lo haces. ¿Empezamos?