VACACIONES – UNA POSIBILIDAD PARA EMPEZAR A MOVERTE
Categoría: Hábitos Saludables
En vacaciones a los niñ@s les sobra tiempo y los primeros que no saben qué hacer son los padres. Por esto, es un buen momento para incentivarles a realizar actividad física y que desarrollen un hábito saludable para toda la vida.
Por naturaleza, un niño es activo, le gusta jugar, moverse, saltar, correr. La falta de tiempo de los padres o adultos y su cansancio, la violencia e inseguridad del medio encierran a los niños en los hogares y los llevan a aumentar el sedentarismo, como ver televisión, jugar vídeo juegos o utilizar los celulares.
Está comprobado que la actividad física ayuda a controlar el peso, a mejorar la autoestima y la capacidad de aprendizaje. También a desarrollar y mantener huesos, músculos y articulaciones saludables. Establecer estos hábitos a una temprana edad es necesario para que luego crezcan como adultos activos.
No se trata de extremos, si un niño hace actividad física en el parque o realiza una disciplina deportiva, puede llegar a ver televisión o a jugar vídeo juegos. Lo esencial es buscar el equilibrio entre actividades sedentarias y físicas.
Una de las mejores maneras para incentivar la actividad física en los niños es que los padres sean el ejemplo y lleven una vida activa y saludable. Hacer de la actividad física una parte de la rutina diaria de la familia y llevar a los hijos a lugares donde pueden ser activos, como parques, canchas.
Por eso decimos que en lo que queda de verano tenemos una buena oportunidad para iniciarnos en el campo de las actividades físicas, así es que nos atrevemos a sugerir algunas ideas para que todos y todas puedan aprovechar las bondades que en ellas encontraremos.
Los niños entre su nacimiento y los 4 años deben jugar con sus familias, siempre que se les respeten sus centros de interés.
Entre los 4 y 8 años el objetivo es la formación física básica, y para ello acompañarlos en sus juegos es fundamental, ya sea en casa, en la plaza, o bien donde pase el verano.
Entre los 9 y 10 años, el objetivo es la formación físico-técnica y, para lograrlo, debemos promocionar en sus hábitos a los juegos pre-deportivos, así que con la familia o en alguna colonia de vacaciones pública o privada van a poder pasar un hermoso verano.
Entre los 11 y 12 años el objetivo es la iniciación deportiva y para lograrlo proponemos los mismos medios que en el punto anterior, ya que si generamos el hábito podremos prolongarlo durante el año enviándolos a escuelas deportivas comunitarias o bien privadas.
A partir de los 13 y 14 años el deporte y las actividades al aire libre cobran una importancia determinante, así es que en un marco de seguridad y de acompañamiento debemos lograr que se desarrollen multilateralmente.
A los 15 años hasta los adultos mayores y por tener desde lo funcional su organismo ya maduro, cualquier actividad física (deporte, educación física, recreación y el ejercicio prescripto y adaptado) nos darán la posibilidad de generar hábitos saludables permanentes que unido a las distintas acciones interdisciplinarias con el área de salud y adaptando las actividades a los distintos niveles etarios, nos permitirán lograr el mejoramiento de su calidad de vida.
ACTIVIDAD FISICA Y SOL
La piel tiene «memoria » y el sol puede llegar a ser una causa de lesiones importante que podemos ayudar a prevenir. Igual que una buena preparación física y una adecuada nutrición, es importante incorporar el hábito de una correcta protección solar en tu rutina.
El uso de protección solar durante la práctica deportiva al aire libre es imprescindible, dado que estamos expuestos a la radiación solar de forma intensa y prolongada, aumentando el riesgo de quemaduras, envejecimiento prematuro y otros trastornos cutáneos que pueden favorecer la aparición de cáncer de piel.
Existen numerosos vehículos de protección (cremas, geles, aerosoles secos),que permiten adaptar la colocación de un filtro solar a cada deporte, además de ropa adecuada .
Tener en cuenta también si es un deporte acuático, de altura, playa o meseta patagónica.
La protección solar con filtros de amplio espectro (UVA y UVB) junto con buenos hábitos frente a la exposición solar previenen en un gran porcentaje la aparición de cáncer de piel.
Debemos saber algunas cosas: desde septiembre hasta abril, en nuestra latitud patagónica, la intensidad de la radiación ultravioleta es muy alta, para recordarlo podemos pensar en los meses que contienen la letra «r». (Septiembre, octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril). Para cuidarte te aconsejamos:
No exponerse entre las 11 y 16 hs, debido a que los rayos solares caen perpendiculares y penetran más.
Miremos nuestra sombra al salir!! Si la sombra es corta el sol es más dañino, «riesgo alto»; la sombra larga, el sol es más bueno. ¡Buscar lugares con sombra siempre!
Usar filtros solares iguales o mayores a FPS 50.
Usar ropa adecuada de trama cerrada.
Usar anteojos certificados contra UV.
Los niños deben usar filtro solar a partir de los 6 meses y no exponerlos directamente antes del año, hay protectores especiales para ellos.
Si tenés lunares, es importante que los controles con un especialista al menos una vez al año, más si el mismo cambia o si te aparecen lastimaduras en la piel que no cicatrizan o son nuevas.
AUTORES: EQUPO TECNICO DEL MINISTERIO DE DEPORTES DE LA PROV. DE NEUQUEN