ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD: BENEFICIOS Y RECOMEDACIONES

Categoría: Hábitos Saludables

La actividad física se refiere a todo el movimiento que llevamos a cabo durante el día, como hacer las tareas del hogar, ir de compras, caminar al trabajo y hacer ejercicio, como practicar un deporte o ir al gimnasio. Siguen aumentando las pruebas de que estar físicamente activo puede beneficiar tanto al cuerpo como a la mente, además de reducir el riesgo de muchas enfermedades. A continuación, te dejamos siete beneficios comprobados de la actividad física regular.


El ejercicio ayuda a controlar el peso. El ejercicio puede ayudarte a prevenir tanto el exceso de peso como a evitar la pérdida del mismo. Al hacer actividad física quemas calorías, cuanto más intensa es la actividad, más calorías. Si no podes realizar un entrenamiento real, se más activo durante el día, al tomar las escaleras en vez del ascensor o acelerando tus tareas domésticas.

El ejercicio combate las enfermedades. No importa cuál sea su peso actual, ser activos aumenta la lipoproteína de alta densidad (HDL) o el colesterol «bueno» y disminuye los triglicéridos no saludables. Este doble beneficio hace que tu sangre fluya sin problemas, lo que disminuye el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

La actividad física regular puede ayudar a prevenir o tratar una amplia gama de problemas de salud, mejora y reduce la pérdida de materia ósea como la osteoporosis, mejora la fuerza y el tejido muscular, previene el accidente cerebrovascular, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, artritis.


El ejercicio mejora el estado de ánimo.  La actividad física estimula varias sustancias químicas en el cerebro, que pueden hacer que te sientas más feliz y más relajado. También podrás sentirte mejor acerca de tu apariencia cuando haces ejercicio con regularidad, lo que puede aumentar tu confianza y elevar tu autoestima.

Ejercitarte puede reducir los síntomas de depresión, ansiedad y mejorar la concentración, el aprendizaje y el bienestar en general, entre otras cosas favorece la socialización.

El ejercicio aumenta la energía. La actividad física regular puede mejorar tu fuerza muscular y aumentar tu resistencia. El ejercicio y la actividad física proporcionan oxígeno y nutrientes a los tejidos y ayuda al sistema cardiovascular a realizar su trabajo de manera más eficiente. Cuando el corazón y los pulmones trabajan más eficientemente, tenes más energía para seguir con tus tareas diarias.


El ejercicio promueve un mejor sueño. La actividad física regular puede ayudarte a quedarte dormido más rápido y profundizar tu sueño. Eso sí, no hagas demasiado ejercicio cerca de la hora de acostarte, o podrías sentirte demasiado excitado para conciliar el sueño.


El ejercicio mejora la vida sexual. La actividad física regular puede hacer que te sientas lleno de energía y con mejor aspecto, lo que puede tener un efecto positivo en tu vida sexual. Pero hay más que eso, la actividad física regular puede generar una mayor excitación. El hacer ejercicio regularmente da menos probabilidades de tener problemas de disfunción eréctil.

El ejercicio puede ser divertido y favorece la vida social. El ejercicio y la actividad física puede ser una forma divertida de pasar el tiempo. Te da la oportunidad de relajarte, disfrutar del aire libre o simplemente participar en actividades que te hacen feliz. La actividad física también puede ayudarte a conectarte con tu familia o con amigos en un entorno social y divertido. Encuentra una actividad física que te guste, si te aburres, prueba algo nuevo.




Para mejorar la salud y el bienestar, la OMS recomienda:

1. Al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana para todos los adultos, y una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día para los niños y los adolescentes.


2. Para los adultos mayores (65 años en adelante) se sugieren actividades recreativas, ocio, movilidad (por ejemplo, paseos caminando o en bicicleta), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.

3. La actividad se puede practicar en sesiones de 10 minutos, como mínimo. Para los adultos mayores con movilidad reducida se indican actividades físicas que mejoran su equilibrio a fin de impedirse las caídas.

4. En todas las edades, toda actividad física cuenta. La actividad física puede integrarse en el trabajo, las actividades deportivas y recreativas o de movilidad (a pie, en bicicleta o en algún otro medio rodado), así como en las tareas cotidianas y domésticas.


5. La sustitución del tiempo dedicado a actividades sedentarias por actividades físicas de cualquier intensidad (incluidas las de baja intensidad) es beneficiosa para la salud.

6.Todas las personas pueden beneficiarse de incrementar la actividad física y reducir los hábitos sedentarios.