INCORPORA ACTIVIDAD FISICA AL VERANO

Categoría: Hábitos Saludables

Estamos en una época donde solemos tener más tiempo libre, no solo por las vacaciones, sino también porque los días se alargan, las temperaturas acompañan y las ganas de hacer cosas florecen.

Como ya todos sabemos, la vida activa es un aspecto fundamental de la salud y el bienestar a todas las edades. Si conjugamos bienestar, actividad física y tiempo libre, el resultado puede ser muy alentador para aumentar la actividad un poquito más allá de lo habitual. No es necesario que te transformes en deportista, eso está reservado para muy pocas personas y ni siquiera lo asociamos directamente con la salud, alcanza con que dejes de estar quieto/a tantas horas al día.

Recordá que cualquier medio por el cual aumentes tu nivel de actividad física, que aumente tu gasto de energía diario, suma. Y suma tanto para el bienestar general como para la salud.

Si te proponés realizar alguna actividad grupal con familia, amigos o simplemente engancharte con algún grupo de los tantos que ya funcionan, mucho mejor.

Claro que realizar actividad física, por leve que sea, no está exenta de algunos riesgos, que aunque menores, conviene prevenir.


Para que la actividad sea segura tené en cuenta estos tips:

• En verano, cuando hay alta temperatura, evitá la hora de mayor calor, que suele ser desde el mediodía hasta media tarde. Los 30 grados centígrados pueden ser un indicador a partir del cual, no es recomendable realizar actividad de larga duración.

• Utilizá ropa cómoda, que permita la circulación de aire sobre la piel. Esto ayuda a prevenir la hipertermia o golpe de calor. No realices actividad física con la piel expuesta al sol.

• Bebé agua potable antes, durante y después de la actividad. Si bien beber después es una práctica obvia y casi instintiva, beber agua previa al esfuerzo es una muy sana costumbre que debemos adquirir.

• Si sos joven o adulto sin factores de riesgo o enfermedades de base, caminar, pedalear o trotar suave son buenas opciones para comenzar la vida activa. Si ya padecés alguna enfermedad, consultá a tu médico sobre precauciones adicionales que puedas necesitar.

Si en verano te diste cuenta que moverte un poco más es posible y placentero, proponete mantener este nivel de actividad el resto del año.

Recordá que hay dos cosas que te ayudan mucho y que potencian el bienestar. Por un lado aumentá tu actividad física todo lo que puedas, aunque sea poquito sirve. Por otro, desminuí el tiempo que estás sentado o acostado mirando tele o con el celular. Si lográs ambas cosas ¡los beneficios serán enormes!