ESTILO DE VIDA SALUDABLE PARA EL CORAZON

Categoría: Hábitos Saludables

Si tenes un estilo de vida saludable podés mantener sano el corazón. Los hábitos saludables incluyen no fumar, alimentarse correctamente, hacer ejercicio con regularidad, mantenerse en un peso saludable y hacerse los controles de salud regularmente.

Un estilo de vida saludable para el corazón es importante para todos, no solamente para las personas que estén teniendo problemas de salud. Si ya tenes problemas cardíacos (del corazón) o vasculares (de los vasos sanguíneos), como colesterol alto o presión arterial alta, un estilo de vida saludable puede ayudarle a reducir su riesgo de ataque cardíaco y ataque cerebral.

Si tenes hijos, podes ser para ellos un modelo a imitar. Si tus hábitos son saludables, es más probable que tus hijos adopten esos hábitos en su propia vida.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte y discapacidad a partir de edades medias en los países desarrollados. A continuación, te presentamos algunas recomendaciones para que disminuyas el riesgo de padecerlas o mejores tu calidad de vida si ya has sufrido alguna de ellas.

Lleva una alimentación cardiosaludable: equilibrada y variada. Las frutas, verduras, hortalizas, pescado, aceite crudo, carnes magras, cereales y lácteos descremados no deben faltar en tu cocina. Recuerda: sal, azúcares y alcohol sólo en pocas cantidades.

Dedica 30 minutos diarios a ejercitar tu cuerpo. Elige el ejercicio que más se adapte a tu condición física: caminar, bailar, correr, actividades al aire libre… ¡Muévete por tu salud!

No fumes. Si fumas, te recomendamos dejar. Aun fumando poco se multiplica el riesgo de sufrir ataques cardiacos o cerebrales. Busca ayuda si no puedes dejarlo solo. Tu médico evaluará tu estado y te aconsejará sobre cómo conseguirlo. ¡Querer es poder!

Controla tu peso. Mide tu Índice de Masa Corporal (IMC). Es fácil: divide tu peso en kilos entre tu altura en metros elevada al cuadrado. Si el resultado es mayor de 25 kg/m² se considera sobrepeso. Por encima de 30 kg/m² es obesidad.

Vigila la grasa acumulada en el abdomen, ya que es peligrosa para el corazón. Mide tu perímetro abdominal a nivel del ombligo. En la mujer debe estar por debajo de 88 cm y en los hombres por debajo de 102 cm.

Comprueba tu tensión arterial. Si eres una persona sana verifica anualmente que tu tensión sigue por debajo de 140/90 mmHg. Si eres hipertenso también debes mantenerte por debajo de estas cifras. Si ya has sufrido un problema cardiovascular, cerebrovascular, renal o eres diabético, tu tensión tiene que estar por debajo de 130/80 mmHg. En estos últimos casos, los controles y medidas preventivas han de ser continuos.

Revisa tus niveles de colesterol y glucosa. La mejor manera de mantenerlos a raya es seguir una dieta sana y hacer ejercicio. Si tras un análisis en ayunas tus cifras están por encima de 200mg/dl de colesterol total y 110 mg/dl de glucosa, debes consultar con un especialista.

Conoce tu riesgo cardiovascular y cuál debe ser tu estilo de vida. Acude al médico con un examen físico y tus antecedentes personales y familiares. Consúltale todo lo que quieras: qué dieta seguir, qué ejercicios hacer, qué factores pueden perjudicar tu salud… Actuar a tiempo es la clave para reducir los peligros.

Comparte tus dudas y problemas. Intercambiar experiencias te permite aprender y dar ejemplo para que otras personas se interesen por cuidar su corazón. Recuerda también que tu familia puede ser un gran estímulo y apoyo para superar cualquier dificultad en el cumplimiento de los objetivos de salud. ¡Cuenta con ellos!.

Aprende a controlar tu estrés y ansiedad. El aumento de tensión emocional es peligroso para el corazón. El estrés en casa y en el trabajo hace más difícil seguir un estilo de vida cardiosaludable. ¡Relájate!